Es importante que los niños lleven una lonchera saludable al colegio. Esto los ayudará a mantener una nutrición adecuada, rendir mejor académicamente y desarrollar buenos hábitos con la comida. Asimismo, también es clave que los alimentos y las bebidas que los pequeños tengan a la mano les permita evitar los golpes de calor. Si bien la temporada de verano está por terminar, los días con altas temperaturas seguirán mientras los escolares regresan a las aulas.

Primero, es preciso conocer cuáles son los síntomas de un golpe de calor. De acuerdo con Karla Gutiérrez, coordinadora académica de Ciencias de la Salud de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP), los signos de un golpe de calor se reflejan con una piel muy irritada por el sudor, sobre todo en el cuello, pecho, axilas, pliegues de los codos y la zona en la que usan pañal (en el caso de niños pequeños). Asimismo, un golpe de calor se caracteriza por una sed intensa, la piel fría (a pesar de las altas temperaturas), dolor de cabeza, mareos, alta sudoración, irritabilidad, calambres musculares, náuseas o vómitos, entre otros.

En ese sentido, la hidratación juega un papel fundamental en la prevención de estos síntomas porque compensa las pérdidas de agua corporal causadas por la evaporación y la transpiración, según Karla Gutiérrez. “Por ello, en la lonchera escolar, el agua natural es la bebida más recomendada, pero también pueden incluirse soluciones de rehidratación oral (como Pedialyte o Liquid I.V.), zumo de naranja o de frutas de manera natural o agua de coco”, expresa la experta en nutrición.

La coordinadora académica de la UTP sostiene que es importante mantener el equilibrio de los electrolitos en el cuerpo, especialmente en ciudades con clima caliente. “El cuerpo depende de electrolitos como cloruro, sodio, potasio y magnesio para el nervio saludable, la función muscular y para mantener el equilibrio ácido base”, indica. Así, recomienda que los chicos lleven en su lonchera productos lácteos, vegetales y frutos secos, como nueces, almendras y pasas.

Además, sugiere consumir alimentos de temporada, especialmente frutas. “La sandía y el melón, los reyes de la fruta veraniega, mantendrán al escolar bien hidratado por su alto contenido en agua, además de su alta cantidad de potasio y antioxidantes. La pera también es muy rica en carbohidratos en forma de azúcares sencillos, por lo que es ideal durante la práctica de ejercicio”, sugiere la especialista.

Asimismo, comenta que las cerezas aportan antioxidantes y ayudarán a los chicos a recuperar los músculos tras la actividad física. “Las uvas aportan magnesio y potasio, y el plátano (que se puede encontrar todo el año) aportará potasio y magnesio, que son lo mejor para relajar los músculos”, señala.